domingo, 30 de marzo de 2008

El pensamiento cautivo

El objeto de su libro (El pensamiento cautivo, de Milosz) es el "terror rojo": terror que actúa en los cuerpos, en las almas, en las ideas, hasta en la tumba misma.
No es el caso hablar ahora de si Milosz tiene razón, si los comunistas mismos la tienen o no la tienen; todo esto es accesorio. Hay un hecho irrefutable: de la primera a la última página de este libro se encara a los hombres, no en función de la vida, sino en función de la muerte. ¿Qué importa que la explicación última de esos actos crueles sea el nacimiento de un mundo mejor, o que los rusos justifiquen sus actos con su famoso lema: "Quien no está con nosotros está contra nosotros"? Nada de eso tiene mayor importancia frente al hecho comprobado de "una voluntad de matar". Parece que al hombre le resulta más provechoso matar al prójimo que convivir con él, y también parecerá que a medida que este hombre progresa en el curso de la historia dicha voluntad de matar se hiciera más imperiosa, más fácil, y !que horror!, más mecánica (...)

Fragmento de la reseña publicada en la revista Ciclón, Julio, 1956.

sábado, 29 de marzo de 2008

domingo, 2 de marzo de 2008

En la biblioteca

Para Antón Arrufat

Perdido todo,
le quedaron los libros.
Cerrados, semejan ataúdes,
y abiertos, cunas propicias.
En esos libros
-que siempre lee como empezándolos-
los fantasmas que los habitan
le dicen que están vivos,
y que si quiere vivir de tal modo,
aparentemente fantasmal,
se deslice raudo entre sus páginas,
elija un capítulo, repose
de todo cuidado humano
-incluso de la esperanza-,
y verá por ejemplo
que ya no está leyendo el que leía,
verá tan sólo una apariencia de lector,
que insistente le pide descifrar
enigmas nunca aclarados.
Pero ya es tarde
para el de afuera,
y el que está adentro ya no puede hablar.
Detenido en su página, sentado
en su capítulo, es un inmortal.

1972